TRANSTORNOS DEL
HABLA QUE AFECTAN LA ARTICULACIÓN Y EXPRESIÓN DEL HABLA
DISARTRIA
Etimológicamente el
término disartria se deriva del griego dys = defecto y arthon = articulación.
Así pues definimos disartria como una alteración de la articulación propia de
lesiones en el sistema Nervioso Central (SNC), así como de enfermedades de los
nervios o de los músculos de la lengua, faringe y laringe, responsables del
habla. Por tanto, la disartria es una dificultad de la expresión oral del
lenguaje debida a trastornos del tono y del movimiento de los músculos
fonatorios, secundaria a lesiones del SNC.
En la disartria no
existe trastorno en el ámbito lingüístico, sino tan solo afectación del
componente motor lo que repercute en la articulación del sujeto.
Cuando existe una
imposibilidad de articular distintamente los sonidos nos encontramos con una
ANARTRIA.
¿QUIÉNES
SON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISARTRIAS?
·
Suelen ser niños y
niñas de aspecto distraído, desinteresados, tímidos, agresivos y con escaso
rendimiento escolar que, en muchas ocasiones, creen hablar bien, sin darse
cuenta de sus errores, y en otras, aunque sean conscientes de ellos, son
incapaces por sí solos de superarlos. Los síntomas específicos son la
sustitución, omisión, inserción y distorsión de los fonemas.
1.
Sustitución: es el error de
articulación por el cual un sonido es reemplazado por otro. El niño no puede
realizar una articulación y la suple por otra más fácil o, de entrada, percibe
mal el sonido y lo reproduce tal como el lo discrimina (como lo emite). Es el
error más frecuente dentro de las disartrias funcionales y el que presenta más
dificultades para su corrección. Las formas más frecuentes son la sustitución
de r por d o por g, de s por z y del sonido k por t.
2.
Omisión: se omite el
fonema (p. ej. "iño" por niño) o toda la sílaba en que se encuentra
dicho fonema (p. ej. "loj" por reloj).
3.
Inserción: se
intercala un sonido que no corresponde a esa palabra para apoyar y resolver la
articulación del dificultoso (por ej. "Enerique" por Enrique).
4.
Distorsión: Se
articula el sonido de forma incorrecta pero aproximada a la adecuada y sin
llegar a ser una sustitución.
CLASIFICACIÓN DE LAS DISARTRIAS.
Las lesiones
producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los
cuales estableceremos diferentes tipos de disartrias. Así, podemos diferenciar:
DISARTRIA FLÁCIDA:
En este caso la
lesión está localizada en la neurona motriz inferior. Como notas descriptivas
de esta disartria tendríamos:
·
Alteración del
movimiento voluntario, automático y reflejo.
·
Flacidez y
parálisis con disminución de reflejos musculares.
·
Atrofia de las
fibras musculares.
·
Debilidad o fatiga
durante el ejercicio (sobre todo en la musculatura ocular, bulbar, del cuello y
de la cintura escapular).
·
Posible afectación
de la musculatura respiratoria.
·
Afectación de la
lengua.
·
Afectación de los
movimientos del paladar.
·
Disminución del
reflejo de náuseas.
·
Deglución
dificultosa.
·
Debilidad de las
cuerdas vocales, paladar y laringe.
·
Alteraciones
respiratorias (rápida y superficial).
·
Voz ronca y poco
intensa.
·
Hipernasalidad.
·
Articulación
consonántica distorsionada.
DISARTRIA
ESPÁSTICA:
La afectación se
produce a nivel de la neurona motriz superior; son características de esta
afectación:
·
Debilidad y
espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las
extremidades, la lengua y los labios.
·
Resistencia al
movimiento pasivo de un grupo muscular.
·
Los reflejos de
estiramiento muscular están exagerados.
·
Presencia de
reflejos patológicos.
·
La respiración y la
fonación no suelen afectarse.
·
Disfunción articulatoria.
·
Se asocia a otras patologías (encefalitis,
esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
·
No hay atrofia de
fibras musculares.
·
Frecuente alteración del control emocional.
·
Emisión de frases cortas.
·
Voz ronca.
·
Tono bajo y monótono.
·
Lentitud en el
habla.
·
En ocasiones se
producen interrupciones tonales o de la respiración.
·
La articulación consonántica suele ser poco precisa
y, a veces, se producen distorsiones vocálicas.
DISARTRIA ATÁXICA:
La afectación del cerebelo ocasiona una disartria
atáxica. Es a partir de lesiones cerebelosas cuando se deduce que este órgano
regula la fuerza, velocidad, duración y dirección de los movimientos
ocasionados en otros sistemas motores. En general, la afectación del habla
ocurre simultánea a lesiones cerebelosas bilaterales o generalizadas (Bagunyá y
Sangorrín, 1988). Como descripción de los trastornos cerebelosos
señalamos:
·
Hipotonía de los
músculos afectados.
·
La dirección, duración e intensidad de movimientos
son lentos e inapropiados en la fuerza.
·
Posible irregularidad de los movimientos
oculares.
·
Disfunción faríngea
caracterizada por una voz áspera y una monotonía en el tono con escasas
variaciones en la intensidad.
·
Disfunciones
articulatorias mediante distorsiones.
·
Alteraciones
prosódicas por énfasis en determinadas sílabas.
DISARTRIAS POR LESIONES EN EL SISTEMA
EXTRAPIRAMIDAL:
El sistema motor
extrapiramidal es parte del paleoencéfalo (junto con el diencéfalo y el tálamo
óptico), destacando entre sus funciones las siguientes:
·
Regulación del tono
muscular en reposo y de los músculos antagónicos cuando hay movimiento.
·
Regulación de los
movimientos automáticos.
·
Adecuación entre la
mímica facial y las sin cinesias ópticas.
Las lesiones en el sistema extra piramidal pueden
ocasionar dos tipos de disartrias:
Hipocinéticas: Muy característica en la enfermedad de
Parkinson, presenta los siguientes rasgos:
·
Movimientos lentos,
limitados y rígidos.
·
Movimientos
repetitivos en los músculos del habla.
·
Voz débil,
articulación defectuosa, falta de inflexión.
·
Frases
cortas.
·
Falta de
flexibilidad y control de los centros faríngeos.
·
Monotonía tonal.
Hipercinéticas: Según Bagunyá y Sangorrín (1988) las
alteraciones fonemáticas obedecen a la imposición sobre la musculatura del
habla que efectúa una actividad proposicional de movimientos involuntarios
irrelevantes y excesivos. Todas las funciones motóricas básicas (respiración,
fonación, resonancia y articulación) pueden estar afectadas de forma sucesiva o
simultánea, siendo imposible predecir su ocurrencia en el tiempo.
Entre los trastornos más relevantes característicos
de las hipercinesias tenemos coreas, atetosis, temblores y distonías.
DISARTRIA
MIXTAS:
La forma más compleja de disartria es la mixta,
donde la disfunción del habla es el resultado de la combinación de las
características propias de los sistemas motores implicados.
TRATAMIENTO
Debe ser precoz e
integral.
Precoz, sin
confundir la disartria funcional con la evolutiva. Si pasados los 4 ó 5 años,
el defecto no se atiende debidamente, "el defecto se afianza, los órganos
fonatorios pierden plasticidad y su corrección se hará cada vez más costosa.
Por otra parte, dejar que persista la incorrecta pronunciación supone
entorpecer el desarrollo psíquico del niño, con los consiguientes problemas que
esto le puede traer y el retraso del proceso escolar" (14).
Integral, en el
sentido de que trasciende la mera rehabilitación logopédica de la dificultad de
expresión tratando de conseguir un desarrollo neurológico y psíquicos completo.
"El trastorno linguistíco, en especial si es severo, repercute en las
características y reacciones psicológicas del niño, pudiendo llegar a motivar
serios problemas de personalidad y adaptación, como a la inversa, estos
problemas, en algunos casos, pueden dar origen a trastornos del lenguaje. Tanto
en una como en otra situación, es preciso, junto al tratamiento general
encaminado a la ordenación y reeducación del lenguaje, llevar a cabo un
tratamiento de psicoterapia, cuando esto se vea necesario, para así, con una
labor conjunta y pluridimensional, lograr la integración total de la persona"
(14).
PUYUELO, M. Y OTROS
(2001). Casos clínicos en logopedia 3. Barcelona: Masson.
GALLARDO RUIZ, J.R. y
GALLEGO ORTEGA, J.L. (1993,2000). Manual de logopedia escolar. Un enfoque
práctico. Granada: Aljibe.
NETGRAFÍA
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